miércoles, 22 de febrero de 2012

Cangrejos? Sobre la propuesta de un Colegio de Arquitectos.


Hemos estado siguiendo la iniciativa de un grupo de arquitectos liderada por Richard Moreta desde Alemania, que , con todo derecho,  están proponiendo algo que se viene pensando desde hace mucho tiempo: la creación de un Colegio Dominicano de Arquitectos, e inclusive se ha hablado de solicitar el Pabellón de Venezuela para la sede de dicha institución, como si la misma no tuviera dueños. Y los tiene, el Grupo Nuevarquitectura, que hizo la gestiones para la donación ante los gobiernos de Venezuela y Dominicano, y la Sociedad de Arquitectos de la República Dominicana, que fue invitada por el Grupo Nuevarquitectura a participar del espacio gestionado.
A continuación unos extractos de una carta enviada por Emilio Brea y Omar Rancier al periódico Diario Libre que explica muy bien la situación. Con respecto a esta iniciativa me viene a la mente un símil que alguien me hizo que comparaba a los arquitectos con un grupo de cangrejos en el fondo de una lata, los cangrejos no pueden salir de la lata porque cuando uno sube, los otros lo tumban con las muelas, diferente a las hormigas, que trabajan todas unidas y hacen una columna viva hasta que salen del encierro. Esta persona me recriminaba que los arquitectos somos como los cangrejos cuando deberíamos ser como las hormigas.
Por que crear una nueva instancia y no fortalecer la existente? Que se cuece tras esta propuesta?
Seguiremos siempre actuando como cangrejos?
OR/EB


La Carta




Grupo Nuevarquitectura, Inc.
Santo Domingo, D.N.
29 de abril de 2011



Sra. Inés Aizpún, Directora HABITAT
Sra. Patricia Leonor, Editora HABITAT

Distinguidas Sras:

En la edición No. 103 de HABITAT, correspondiente al mes de abril, hemos leído unas declaraciones ofrecidas por el Arqto. Erwin Rafael Cott Creus, presidente de la Sociedad de Arquitectos de las República Dominicana (páginas 12 y 13), y recogidas por la Editora de HABITAT, Patricia Leonor, que por sus imprecisiones nos vemos en la obligación de aclarar, siempre con la mejor intención de que los lectores del único mensuario de prensa que se ocupa de los temas urbanos y arquitectónicos (estética, paisaje, interiores, restauración y otros), además de constructivos, resulten correctamente orientados hacia la verdad que siempre debe prevalecer objetivamente.

Un poco de historia
En la primavera de 1989, ya las obras físicas del Faro a Colón tenían tres años de haber sido reanudadas por el penúltimo de los gobiernos presididos por J. A. Balaguer R. En esos momentos la firma Brea & Rancier, arquitectos asociados trabajaba administrativamente con la firma Pérez Montás & Valverde Podestá (fallecido el año anterior), los cuales nos habían encargado de las obras de restauración de El Castillo del Cerro en San Cristóbal y del centro histórico de la fronteriza comunidad de Bánica. Es cuando entonces nos comisionan para organizar gran parte de una amplia exposición sobre la historia del Faro a Colón que fue montada a finales de año en el Museo de Las Casas Reales.
Para ello, una mañana de esa primavera del año arriba indicado, el Arqto. Eugenio Pérez Montás, el Licenciado José Chez Checo y nosotros,  entramos al abandonado edificio que alojara el antiguo Pabellón de Venezuela y una vez dentro, expresamos en voz alta “este es el edifico ideal para alojar al Grupo Nuevarquitectura”. El Arqto. Pérez Montás reaccionó inmutable diciendo “solicítenlo” a lo que de inmediato agregó el licenciado José Chez Checo una pregunta pertinaz “ustedes están registrados?”. Nos miramos a sabiendas de que no lo estábamos, pero conscientes que de allí saldríamos a ello. Seguimos con la encomienda por la que habíamos ido al lugar, para ver el estado de deterioro de una vieja maqueta del Faro, construida en caoba, para una de las tantas muestras promocionales que se hicieron entre 1948 y 1956. Estaba intacta con pérdida apenas parcial de pintura aplicada en blanco sobre sus superficies.
Cumplidas las tareas de recuperar lo mejor posible el aspecto de la maqueta, habíamos ido desarrollando las diligencias de rigor para incorporarnos y poder “registrarnos”, lo que fue logrado en meses…
Una vez inaugurada la exposición, en octubre de 1989, nos dispusimos a conseguir una audiencia con la embajadora venezolana en el país, la señora María Clemencia López de Jiménez, por intermedio de la señora Elinor Sosa Antonetti de Joa (fallecida en 2008), secretaria asistente de la embajadora, y esposa del Arqto. José Emilio Joa Acosta, con quienes nos unen lazos de familiaridad desde antaño. Antes de finalizar el año estábamos sentados, junto al Arqto. Luis Guzmán, ante el despacho de la embajadora López de Jiménez, con tanta positividad que salimos conscientes de que dos acciones se habían iniciado, ambas catastrales; una sobre la propiedad del terreno y la otra sobre la propiedad del inmueble.




La entrega, despojo y recuperación del Pabellón
Pasaron 4 años. En 1990 y 1992, el Grupo Nuevarquitectura -GNA- (fundado en 1979) realizó las dos Bienales de Arquitectura de Santo Domingo en turno, y al siguiente año fundamos la Sociedad de Arquitectos de la Republica Dominicana -SARD- atendiendo a una invitación cursada con ese motivo por las arquitectas Risoris Silvestre Ortiz y Ketty Bisono Genao. Mediante el procedimiento parlamentario adoptado, se le otorgó la Presidencia transitoria al Arqto. Cott –por ser el de mayor edad- y solo hasta que se hicieran elecciones.
Al año siguiente recibimos la grata noticia de que la Embajada de Venezuela haría oficiosa entrega formal del inmueble al Grupo Nuevarquitectura Inc. En las gestiones de los últimos meses había empezado a participar el Arqto. Cott y de inmediato invitamos a la SARD, en la persona de su presidente, para que se integrara al comité de recibo y participación en el uso del inmueble que era, evidentemente, muy amplio, y representaba un reto en su recuperación física. Una vez recibido formalmente, lo cual incluyó la colocación de una placa en mármol de considerable tamaño, se procedió a darle uso, luego de limpiarlo a profundidad. El administrador de la CDE en esos momentos, el Ing. Agrón. Amilcar Romero, a petición nuestra, ordenó dotar de luces el entorno del recinto y sus alrededores. Fue entonces cuando se pudieron hacer actividades nocturnas manteniendo a distancia a las trabajadoras sexuales de las inmediaciones.
Pero en el 2001 vino el despojo ejecutado por el Senado de la República y ahí se dio inicio a otra historia en la que si asume un rol protagónico el Arqto. Cott que ya no era presidente de la SARD. El GNA había entrado en un reflujo como activista cultural de la arquitectura y poco a poco la SARD iba asumiendo su rol, pero la falta de iniciativas volvió a mermar la capacidad de trabajo dentro de la entidad y eso junto al despojo dejó prácticamente acéfala al colectivo que ya tenía 8 años mientras el GNA menguaba su trabajo ya con 22 años en su haber.
En lo adelante hay que dar todo el crédito al trabajo tesonero del Arqto. Cott al concentrarse personalmente en la recuperación del Pabellón para uso de las dos entidades que marcharon juntos hacia la meta de conseguirlo en 1995 tras gestiones iniciadas por el GNA en 1989.
Esa es la verdad y no otra…

Atentamente,





Arqto. Omar Rancier                                                                                      Arqto. Emilio Brea.




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